Las aplicaciones terapéuticas del kuzu están basadas en la medicina tradicional china, donde se considera una de las 50 plantas fundamentales y se utiliza para tratar múltiples afecciones, desde problemas gástricos hasta insuficiencias cardíacas.

El kuzu es el extracto de la raíz de la planta Pueraria lobata, originaria de China y Japón. Apenas ha sufrido variación en su estructura química a lo largo de los siglos, esto es destacable ya que en occidente la mayoría de plantas medicinales o alimentarias han sufrido alteraciones en su composición bien por los métodos agrícolas, bien por la manipulación genética, muchas veces en detrimento de sus propiedades medicinales o nutritivas.

Se utiliza la raíz de la pueraria lobata con fines medicinales porque en ella se encuentra la mayor parte de los principios activos de la planta. Esta raíz puede llegar a medir dos metros de longitud, y es parecida a la yuca, pero de mucho mayor tamaño.

El kuzu auténtico se elabora por un proceso totalmente artesanal de lavado y secado al aire libre de la raíz de la pueraria, lo que lleva varios meses. Como prueba de su pureza y buena calidad no debe llevar ningún ingrediente ajeno a la planta y debe ser muy blanco.

El kuzu destaca por su contenido en aceites esenciales y flavonoides (isoflavonas). La daidzeína (uno de sus flavonoides) tiene propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas.

En la medicina tradicional china el kuzu se asocia con los meridianos del bazo y estómago y se utiliza para reducir la fiebre, para controlar las diarreas, reconstruir la flora y para disminuir la presión arterial.

También es considerado un buen tratamiento de la diabetes, ya que ayuda a controlar y disminuir los niveles de azúcar en sangre.

Tiene efectos vasodilatadores, sobre todo a nivel coronario (corazón) y cerebral, es decir, aumenta el caudal de sangre ya que dilata los capilares, por lo que alivia los dolores de cabeza, previene cardiopatías y la hipertensión arterial.

Ayuda en las funciones hepáticas, por lo que tiene efectos beneficiosos en tratamientos o dietas desintoxicantes, por ejemplo después de un tratamiento farmacológico o para tratar el alcoholismo.

Aplicaciones terapéuticas

  • Probiótico: Regeneración de la flora intestinal después de diarrea aguda o toma de antibióticos por ejemplo
  • Regula el tránsito en caso de diarrea o estreñimiento
  • Favorece la transpiración (en caso de fiebre)
  • Relaja el sistema nervioso parasimpático (involuntario)
  • Vértigo
  • Resaca
  • Diabetes
  • Procesos inflamatorios
  • Procesos infecciosos
  • Activa la circulación sanguínea
  • Previene problemas derivados de la hipertensión
  • Dolor de cabeza
  • Distrofia muscular
  • Dolor de cuello o espalda (por gripe por ejemplo)
  • Tratamiento de adicciones a tóxicos (drogas, alcohol, tabaco)

¿Cómo se toma?

El kuzu es un polvo blanco de sabor neutro.
Para aplicaciones gastrointestinales es mucho más conveniente tomarlo en polvo que no en pastillas o comprimidos.
Se ha de disolver 2 cucharaditas en 1 vaso de agua, y después se hierve durante 5 minutos para adquiera una consistencia gelatinosa y rosácea. Como no tiene sabor podemos tomarlo así directamente o añadirlo a un zumo de manzana si se quiere dulce, o añadirle unas gotas de salsa de soja (por ejemplo) si se quiere salado.
También se puede utilizar como espesante en muchos platos.
Se puede añadir a sopas, verduras, quichés o incluso dulces.

Precauciones

El kuzu como hemos explicado tiene propiedades vasodilatadoras, por eso se debe tener precaución al tomarlo junto con un tratamiento con Ginkgo (vasodilatador también) u otros anticoagulantes, ya que puede potenciar en exceso su propiedad y llegar a producir hemorragia.

OJO: En el mercado actual existe kuzu auténtico y otros sucedáneos más baratos basados en arruruz con otros ingredientes. El sucedáneo es mucho más barato y que se utiliza como espesante en la cocina. No es lo mismo y no tiene las mismas propiedades terapéuticas que el kuzu.